GESTION DE LAS COMPETENCIAS

En el contexto actual donde un mundo dinámico nos exige permanecer actualizados y con el mayor conocimiento posible,  el desarrollo de las habilidades del gerente de proyecto y sus colaboradores es crucial para ser competitivos. El camino correcto a seguir si se desea desarrollar de manera adecuada las competencias de los integrantes de la organización es la evaluación, la planeación y por último la implementación.

La determinación de la rigurosidad es fundamental en el proceso evaluativo y de planeación, dependiendo de lo que se desea alcanzar se pueden contemplar varios niveles de rigurosidad; una rigurosidad baja donde una autoevaluación es suficiente con el fin de determinar las necesidades sobre las cuales trabajar, esta nivel de rigor está enfocado a procesos desarrollo personal, aunque como todos los procesos en los cuales está envuelta un solo individuo la inconsistencia y la subjetividad siempre están presentes. Un nivel medio de rigurosidad permite una evaluación más confiable y trazable, bajo una evaluación de 360º que contempla todas las competencias que se desea evaluar y el seguimiento del gerente del proyecto, se logra una retroalimentación y seguimiento al proceso. Por último un alto nivel de rigurosidad el cual es realizado por asesores externos, permite una mejor observación, seguimiento y registro de las habilidades y brechas  del individuo.

El proceso de evaluación de desempeño depende de nivel de rigurosidad definido y puede ser realizado de manera individual al gerente del proyecto o a nivel organizacional, donde en el primero si una brecha es encontrada y esta afecta el desarrollo del proyecto se deben iniciar medidas inmediatas para manejarlo. A nivel organizacional la evaluación debe realizarse a medio o alto nivel y bajo el seguimiento del gerente del proyecto, el registro de la  evaluación debe siempre contemplar un criterio de evaluación, una evidencia asociada al criterio, una autoevaluación y por último una revisión por parte de un superior.

La preparación del plan de desarrollo de competencias contempla en primera medida la segregación y priorización de las brechas encontradas en las evaluaciones anteriormente realizadas, luego debe ser definido un límite en el cual este plan debe ser desarrollado. Las medidas con las cuales serán subsanadas las brechas dependen en gran medida del tiempo, recursos y presupuesto que ha sido dispuesto. Un amplio rango de medidas pueden ser usadas en pro de lograr el objetivo, desde el mentoring y coaching, pasando por los entrenamientos en grupo y el desarrollo de habilidades en caliente, y finalizando por el entrenamiento individual y el entrenamiento basado en computador.

El plan de desarrollo de las competencias debe contemplar elementos básicos que permitan la identificación, seguimiento y ejecución del mismo, por esto se deben registrar para cada habilidad a desarrollarse una identificación corta del mismo, el resultado esperado, el método a implementar, el responsable y fechas límites para el desarrollo de la competencia.

El último paso en el desarrollo de las competencias es la implementación del plan, esta responsabilidad está a la cabeza del gerente del proyecto  él es el responsable por la exitosa implementación del mismo. La implementación como todo proceso de mejora debe estar acompañado de un monitoreo regular, el cual debe centrar su atención en el cumplimiento de los hitos, siempre identificando resultados medibles; el soporte por parte de las directivas y alta gerencia es de vital importancia para el éxito del proyecto ya que sin este la perdida de interés y  la pérdida de continuidad en la implementación es casi segura. Por último una evaluación y registro del éxito debe ser contemplada, demostrar de manera tangible los resultados del proceso permitirán la continuidad de procesos similares y la implementación del mismo a futuro.

Fabián Andres Carrascal P

Estudiante de Maestría en Gestión de Proyectos Universidad EAN – Bogotá 
Cátedra dirigida por Ing. Mauricio Ospina Fonseca, PMP, OPM3
www.proyectiza.com
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